El pasado Viernes 28 de Septiembre fue un día para el recuerdo, un día de los grandes.
El temporal de NE que había previsto entró con fuerza en casi todo el Levante, pero como en Saplaya he visto pocos días así.
Rachas de viento que llegaron por la tarde a 40 nudos y olas de unos 3'5 m, incluso de 4 m fuera de la bahía.
La boya costera de valencia llegó a marcar 4'12 m en la ola más alta a las 9 de la noche, de eso ya hacía 2 horas que nos habíamos retirado.
(clic para ampliar)
Por la mañana se presentó como una sesión muy divertida para material grande, servidor con vela de 5.2 m y tabla de 101 litros, los más ligeros ya con 4.7 m y 85 litros.
Hubo de todo y el spot enseño todas sus cartas; desde olas de 1 metro hasta olas de 3 metros, con direcciones que iban cambiando a lo largo de la mañana con viento lateral e incluso terral en algunos momentos.
Un verdadero espectáculo pillar algo así en Valencia.
En esta secuencia el spray no deja lugar a dudas de la dirección del viento completamente lateral.
Según pasaba la mañana el viento iba subiendo cada vez más, así que tocaba hacer una parada para comer no por ello sin dejar de disfrutar del color que estaba cogiendo el día.
Desde el bar con mi chivito en mano veo como el asunto se va poniendo cada vez más serio y ya se puede montar incluso 4.7 m, 4.2 m los más ligeros.
La ola cada vez más grande y limpia; 3 bottoms y 3 cutbacks en la misma ola, con aereo de regalo por parte de Jero, uno de los que más caña dio.
Segunda sesión después de comer y por cabezonería o pérdida de costumbre no cambio de vela y entro de nuevo con la 5.2 m, pasadísimo de vela y de tabla como una rata.
Duro un par de bordos, así que le toca el turno a la
Hulk en condiciones potentes y toca también cambiar a vela de 4.7 m.
Me sorprende de esta tabla lo controlable que se hace el bottom turn en ola grande.
Giro progresivo y suave, y sin perdida de velocidad aunque los casi 40 nudos ayudaban bastante, todo sea dicho.
(segundo plano de la foto)
Hay buena fufa, de eso no cabe la menor duda.
Y el tamaño de la ola tampoco estuvo mal,. comparando la altura del mástil de 4'09 m con la ola de detrás se aprecia la altura del pico.
Después de un año sin navegar en condiciones similares las condiciones me superan con creces por lo que voy con pies de plomo en cada bordo.
Aún así no puedo evitar comerme un monstruo que me estampa contra el fondo y me quita el material, y al salir del revolcón mi ángel de la guarda me había dejado el material a dos metros casi en posición de waterstart. Menos mal porque no estoy en condiciones físicas de nadar mucho...
Con semejantes olas no puedo evitar dar un salto bastante alto con la tabla que me hace temer por su integridad estructural antes de aterrizar.
Su construcción propia de un prototipo no lleva más que una capa de vidrio por cada cara.
Aun así sale airosa del aterrizaje (o amerizaje?) y decido no tentar más a la suerte y dedicarme exclusivamente a surfear.
Salimos ya rascando los últimos minutos de luz, con una sonrisa de oreja a oreja después de una tarde de puro disfrute.
Un día en el que las condiciones fueron bastante duras para el cuerpo y para la mente, si no, no se explica como se pueden sacar dos buques cargueros de miles de toneladas a la playa. (¿oiga, pero esto no era el Mediterráneo?)
(fuente Vicente Dolz)
En resumen ambientazo en la playa, condiciones que ójala tuviéramos todos los días y mucho nivel valenciano.
Así da gusto.
Saludos
Gracias a Jero, David y Vicente por las fotos.
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