Entre 12-14 nudos, dirección SSE-S.
El shape, bastante raro todo sea dicho, es posiblemente de lo más divertido que haya probado hasta la fecha.
Y el nombre con el que la he bautizado es en honor al que me ha llenado la cabeza de ideas raras, más aún.
La sensación es de un skate con mucha flotabilidad.
Aunque tiene poca manga, unos 48 cm, aposté fuerte por darle algo de volumen oculto en el espesor de la tabla para compensar la poca superficie de la misma.
Es un volumen que no molesta al navegar, cosa que no ocurriría dándole ese mismo volumen en la manga.
Nunca pensé que navegaría con 12 nudos en una tabla de 48 cm de manga.
El truco está, en vez de darle caída desde el eje longitudinal del puente hacia los cantos, dejarla completamente plana tal cual sale del corte con hotwire.
Con eso he conseguido el radio de giro de una tabla de 48 de manga, pero gracias al volumen extra da tanta seguridad al pisarla como una tabla mediana, por lo que no penaliza tanto si no vas fino basculando el peso en los pies.
De eslora es cortísima. Para compensarlo en vez de darle a la proa la típica forma de una tabla de surf le he dado forma de tabla bidireccional para ganar nuevamente volumen en esa zona.
Con ello se consigue que al hacer el cambio de pies no pinche de adelante, ya que tiene buena superficie de apoyo y litros en esa zona.
El sandwich de corcho es muy cómodo, pese a no llevar pad delantero.
Como grip he optado por la cera de toda la vida, la de las tablas de surf.
El retorno del corcho es más que evidente y amortigua muy bien. La naturaleza provee, solo hay que saber como usarlo.
El pad trasero de corcho natural al aire es más cómodo de lo que pensaba, a parte de tener un grip muy bueno también. El tacto también mola.
En fin, una tabla muy divertida con poco viento.
Ahora falta un buen día de olas para catarla en su máxima expresión.
Esperaremos.
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